El tiovivo de Pierre Avezard (Francia, 1909‐ 1992) es un conjunto móvil de figuras de madera y metal construidas con latas de conservas y otros materiales de desecho. Posee una réplica de 12 metros de altura de la Torre Eiffel, un átomo de molécula gigante, flores y plantas de metal entre otros objetos fantásticos. En la actualidad puede seguirse viendo en la colección La Fabuloserie.
A Pierre Avezard, llamado Petit Pierre, le gustaba decir que nació antes de lo previsto. Sin siquiera el agujero de las orejas, por tanto sordo y medio ciego, se le confió el “oficio de los inocentes”: pastor. La invasión de las máquinas en la vida del hombre le dejaba perplejo y pasaba sus días analizando el movimiento de los aparatos con los que se topaba. Solitario y fascinado por la velocidad a la que cambiaba el mundo, comenzó a construir este carrusel que aún hoy sigue girando con ensordecedor chirrido de hierros.
Etiquetas: Art Brut, arte autodidacta, La Fabuloserie, outsider art, Pierre Avezard
Sobre esta entrada:
- Autor: Graciela García
- Fecha: 26 de noviembre de 2011
- Categorías: Art Brut, arte y trauma, máquinas maravillosas, museos
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